sábado, 30 de agosto de 2014

Polvo y electrónica.

La limpieza de un PC se asocia inmediatamente con utilidades o programas antivirus aunque ciertamente hay otra limpieza mas ligada a su sentido tradicional. Esto lo saben bien quienes hayan abierto la unidad central de un ordenador con más de dos años en servicio…

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No es sorpresa alguna encontrarse dentro un gracioso universo de pelusas y capas de polvillo por doquier adheridas a componentes electrónicos y mecánicos. El polvo llega en suspensión con el aire, atraído por los campos eléctricos que son como imanes para estas partículas, a ello hay que añadir el inestimable impulso de los ventiladores y con todo ya tienes la explicación del origen de esta asombrosa fauna gris. No es que tu habitación sea un bardal, o si lo es da igual, pasa en todas partes.

¿Te preguntas si esta suciedad puede dañar realmente tu equipo?

La respuesta es un sí rotundo. Para ello debemos entender que las partículas de polvo pueden variar enormemente en tamaño y composición. En tamaño de unas pocas micras a cientos de ellas. En composición la complejidad es increíble, estas partículas pueden tener agua y/o naturaleza orgánica, ser fibras de tejidos, también pueden contener metales y productos químicos.

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En primer lugar existe un riesgo claro de cortocircuitos que no tienen por que destruir componentes pero si hacer que funcionen mal, el ejemplo con el que más veces me he encontrado es el de los módulos de memoria. Es limpiarlos de polvo y el equipo vuelve arrancar, sin más. En segundo lugar esas pelusas pueden llegar a formar capas tan densas en los radiadores que impiden que el aire circule por ellos y los refrigere con lo que los componentes se sobrecalientan. Esto no es nada bueno, acorta el tiempo de vida de elementos críticos como el procesador.

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Perfecto, pues vamos a pasar la aspiradora.

¿Cómo que la aspiradora? ¿La de tu casa? ¡No se te ocurra! Los plásticos de estos aparatos no están preparados para derivar a tierra la carga estática que acumulan por el rozamiento del aire, si tocas con ellos alguna placa o componente sensible a las ESD (es decir, prácticamente todos) la limpieza te saldrá cara. Se puede adquirir un aspirador profesional preparado el respecto pero no son precisamente baratos.

¿Y que tal si le metemos aire a presión y  cambiamos el polvo de sitio?

Funciona pero ten en cuenta los siguiente:

  • No dejes que los ventiladores den vueltas a lo loco como se ve en el video. Se deterioran, no han sido diseñados para rodar a tanta velocidad y al final se hacen más ruidosos.
  • No utilices sprays de aire comprimido. Estos en realidad contienen una mezcla de gases sospechosos de ser tóxicos.
  • Ponte una máscara adecuada para no respirar el polvo y trabaja en un espacio bien ventilado o mejor en exteriores. Te sorprendería saber lo que hay en ese polvillo aparentemente inofensivo.

De echo esto último no es ninguna broma. En 2004 la organización independiente Clean Production Action hizo un estudio al respecto y encontraron en el polvo de los equipos electrónicos cantidades significativas de retardantes de llama bromurados deca-BDE, una sustancia bajo sospecha desde hace tiempo de ser dañina para la salud humana y que algunos países más concienciados están retirando de su producción. Naturalmente no es el caso de China donde ahora se externaliza la producción de los concienciados  y se contamina todo sin mayores historias.

La limpieza de los equipos electrónicos forma parte esencial en procesos de mantenimiento tanto preventivo como correctivo, si estás realizando este trabajo no dejes de tomar estas sencillas medidas protección para los equipos y sobre todo para tu salud.

 

Fotos en macro de FLICKR From Dust Gallery